Capítulo 18: pulgar arriba

Afuera de la cueva, seguía nevando con fuerza. La ribera estaba cubierta por una gruesa capa de hielo, y ahora habría menos gente que saliera. Si uno mirara a lo lejos solo vería un inmenso campo blanco.

Dentro de la cueva, se encendió una hoguera y el ambiente, a diferencia de los viejos tiempos, era cálido.

Después de que instalaron los bloques de hielo en esos respiraderos, para evitar que el viento entrara a la cueva a través de los agujeros, el lugar se volvió mucho más brillante que antes, y además no tuvieron que sufrir de las ventiscas también. Esos sentimientos eran nuevos para todos los niños, por lo que durante dos días seguidos, estuvieron extremadamente emocionados. Todos se sentaron alrededor del fuego y discutieron sobre las letras y números escritos en el muro de piedra.

Sí, Shao Xuan había copiado todas las palabras y números en el rollo de piel de animal que dejó el viejo cazador a cargo del aprendizaje, y las escribió en el muro. Entonces con la luz del día, ellos podrían estudiarlas sin la necesidad de encender el fuego. Si pudieran memorizar y dominar todo lo que estaba escrito en la pared, el viejo cazador no tendría que comenzar desde el principio la próxima vez que viniera.

A diferencia de los demás, Shao Xuan se había estado quedando en la habitación del fresco y limpiaba cuidadosamente los polvos de piedra todo el día, salvo cuando era hora de comer.

Él había trasladado todos los cachivaches de ese cuarto a otros lugares, ya que el mural en la pared era bastante grande.

Después de que toda la pintura finalmente había quedado despejada Shao Xuan se levantó y respiró hondo, luego movió los brazos y las piernas para aliviar el dolor antes de dar unos pasos atrás para mirar el fresco en el muro con la luz que entraba.

Como no era tan brillante por dentro, él aún necesitaba depender de una antorcha para observar los detalles de la ilustración, ya que algunas partes no eran lo suficientemente nítidas.

Además de las dos imágenes, que Shao Xuan había visto, descubrió algunas pinturas más sorprendentes escondidas detrás de la capa de polvo de piedra.

Unas abarcaban la agricultura y la ganadería. Como esa que tenía a hombres trabajando en un campo, y en una en la que estaban azotando a las ovejas.

Otras con alguien con una elegante túnica de cuero que sostenía una exquisita copa de vino con complejos diseños elegantes, asimismo hay algunas mujeres recogiendo frutas mientras sostenía canastas en sus brazos.

Incluso alguien cabalgando, en una de las imágenes estaba un hombre montado a caballo con un niño.

Al lado, se encontraba una más que describe una misión de caza o de una guerra, que era relativamente más grande que las otras, y tomaba casi la mitad de la pared. En la parte delantera tenía un caballo alto, en su espalda estaba sentado un guerrero robusto que obviamente era más fuerte que los demás y que se distinguía con adornos de plumas sobre la cabeza. Con su frente en alto mostraba su imponente apariencia. Quizás él era el líder del grupo.

Alrededor y detrás del robusto guerrero, estaban unos hombres a caballo con él. A su lado, tenía unos, ¿lobos?

No, no eran lobos.

Comparados con César, los animales en la imagen tenían colas largas y levantadas. Varios de ellos incluso tenían colas curvas.

Probablemente eran perros de caza.

Algunos más revelaban sus lenguas con la boca abierta, como si respiraran con dificultad. Otros dos inclinaban su cabeza hacia esos hombres montados a caballo, como si escucharan las palabras de alguien.

En el fondo de la pintura, se podía ver unos cuantos edificios, que eran mucho más grandes y altos que los que Shao Xuan había visto en la tribu. Él escuchó que la gente en la montaña tenía mejores condiciones de vida. Entonces imaginó en su mente basándose en la información que había escuchado, y pensó que incluso las casas en la montaña no podían compararse con esas mansiones del mural.

Volvió su vista a la primera imagen que vio. En su interior estaba una mujer con decoraciones finas en la cabeza, no eran tan toscas y simples como los adornos que llevaban las mujeres de la tribu. Sino que, eran más delicadas y exquisitas. En cuanto a la vasija que la mujer sostenía, si esta no era una vasija hecha de piedra con patrones decorativos complejos entonces, ¿qué era? Shao Xuan pensó en una posibilidad: cerámica.

¿Cuánto tiempo tenían estas imágenes de haber existido?

Si tenían la misma edad que la habitación de piedra, entonces deberían tener al menos cientos o incluso miles de años.

Antes de mil años, había agricultura como la ganadería y el cultivo. Hasta existía la cerámica, y las herramientas de caza eran de una variedad inimaginable. ¡Sin olvidar que tenían perros de caza, perros reales! ¡A diferencia de César, que era un simple lobo, traído y criado por un humano por accidente!

Shao Xuan reprimió la sorpresa en su mente y siguió mirando.

El mural de la izquierda tenía diferencias obvias al de la derecha. En el medio que distinguía la izquierda de la derecha, solo tenía líneas y formas abstractas. Tan abstractas que Shao Xuan no pudo entender.

A primera vista parecían desordenadas, y tampoco podía especular su significado con las otras imágenes. Sin embargo, lo que era obvio era que después de estas líneas y formas, el estilo de la pintura hubo cambiado mucho. Cayó bruscamente con una sensación de pérdida de la fuerte confianza anterior. Pues muchas imágenes retrataban algo sombrío y desolador.

Las mujeres se arrodillaban en el suelo, llorando. Los niños estaban parados erguidos, con miradas blancas y pérdidas, como si no tuvieran idea de nada. El fondo no estaba lleno de esas mansiones, sino la cueva en la que vivía Shao Xuan.

No había más agricultura como la ganadería y el cultivo. No más imágenes de tres o cinco mujeres cargando canastas para recoger comida. No más paseos y disparos, no más perros de caza, y no más cerámica, cuya mano de obra era mucho más delicada que el gres.

Sin embargo, tanto en la parte izquierda como en la derecha del mural, había un logotipo tallado encima de la imagen: el tótem tribal.

El tótem tribal de la tribu de los cuernos llameantes que se parecía a los dos cuernos del dicerorhinus, que era un rinoceronte con dos cuernos. Pero estos eran más largos, con llamas a su alrededor, tal como el nombre de la tribu intentó describir.

Entonces, ¿estaban mostrando la vida de la tribu de los cuernos llameantes?

Shao Xuan recordó que el arqueólogo de su última vida, había dicho que básicamente, los murales y las pinturas en la pared describían la vida cotidiana de los hombres de esa era, o sus fantasías y esperanzas, que también era una especie de sustento espiritual de la humanidad en ese tiempo.

Las imágenes talladas en los muros de piedra de esa habitación no eran absolutamente escenas imaginarias. Las emociones llenas en los grabados eran tan intensas que solo las experiencias verdaderas y las cosas reales podrían despertar emociones más profundas, más ricas e intensas de las personas.

¿Qué le había pasado a la tribu?

¿Desastres naturales?

¿Calamidad causada por el hombre?

¿O ambos cayeron sobre ella?

Al final del mural, había muchas imágenes del tamaño de una palma en varios estilos. Toma el que está en la esquina superior izquierda, por ejemplo; tenía una araña descansando sobre su red. O el de la extrema derecha, habían plantas como bambúes o algo así. En una imagen, incluso tenía algo parecido a una máscara, que era tan espeluznante de mirar.

En esas imágenes había plantas, animales y muchas cosas que

superaban con creces las imaginaciones más salvajes de Shao Xuan.

Justo cuando fijó su atención en esas pinturas, escuchó que alguien lo llamaba.

—¡Ah-Xuan! ¡Ven rápido, Ah-Xuan! ¡El tío Ge está aquí!

Los otros niños no tenían ningún interés en la profundidad de la cueva. Durante todos estos años que vivieron adentro, aparte de ir a un determinado lugar para defecar, nunca fueron más allá. Esas partes no eran lo suyo y una vez que llegaron ahí le perdieron la importancia. Por lo tanto, el niño que lo llamó no fue hacia él, sino que le gritó directamente.

Volviendo a la realidad, Shao Xuan se dio cuenta de que hoy era el día en que Ge entregaba los alimentos.

Esta vez, Ge también trajo tres días de comida. Cuando Shao Xuan lo vio, aún tenía algo de nieve que no se había derretido en su abrigo.

Sin embargo, a Ge no le importaba más la nieve, sino que seguía mirando esos respiraderos bloqueados con hielo mientras jugueteaba con la placa de piedra en sus manos, obviamente, no había esperado que algo así estuviera almacenado en la cueva. Desde que comenzó este encargo, este lugar siempre había estado a oscuras durante estas épocas invernales. En el pasado, escuchó de alguien que había algo similar en la cueva, pero nunca pensó que estos muchachos lo usarían. Además, como la cueva huérfana siempre estaba en desorden y en caos, no se molestó en hacer nada más. No obstante, inesperadamente hoy vio que los usaban aquí.

Shao Xuan les pidió a los otros niños que ayudaran a “descargar” los alimentos. Ahora con provisiones suficientes, ellos no actuarían como en los viejos tiempos, donde peleaban por cada cosa, especialmente cuando se trataba de comida. Al escuchar sus palabras, todos vinieron a ayudar, y luego él distribuyó los víveres a los líderes de los diferentes grupos, después de eso ya no sería su problema pues ellos decidirían cómo compartirla con el resto.

Ese mismo día, Shao Xuan no dejó que Ge se fuera de inmediato y le pidió que le narrara a los chicos unas historias sobre la tribu. Él no tenía ningún otro plan después de la entrega de todos modos.

Shao Xuan solo quería obtener más información de Ge, y ver si las descripciones de sus relatos le podían decir una cosa o dos sobre las pinturas de aquel muro. Era una pena que lo que contó no fuera diferente de lo que escuchó de Lang Ga en el pasado. Por lo que no obtuvo la información que quería escuchar.

Él entonces trazó algo en la pared con una rama carbonizada con la intención de que Ge le diera un vistazo, pero cuando lo hizo, actuó como si nada, sin mostrar algún comportamiento anormal. Claramente, no sabía qué dibujo era.

Lo que él dibujó fue una de esas variopintas figuras que estaban en el lado derecho del mural. Pero para que Ge que era considerado como un guerrero experimentado en la tribu, no hubo reconocido esa imagen, Shao Xuan no pudo evitar suspirar internamente, al parecer se le iba a ser muy difícil descubrir más cosas sobre el fresco.

Al final de la pintura en la parte derecha, debajo de esas diversas imágenes, estaba escrita una frase. Sin embargo, Shao Xuan no pudo conectarla a una oración completa porque no conocía algunas palabras en ella.

Pese a que podía hablar el idioma con fluidez, no estaba familiarizado con muchos vocablos y letras. Así que planeaba pedirle ayuda a ese viejo cazador, la próxima vez que viniera. Shao Xuan le preguntaría sobre el significado de esas palabras y las aprendería todas cuando tuviera la oportunidad.

Unos diez días después, ese viejo cazador finalmente bajó de la montaña otra vez y volvió a mostrar su cara en la cueva.

Al ver tantos cambios ahí, se sorprendió al saber que estos niños habían progresado mucho. Complacido, sacó otro rollo de piel, listo para enseñarles algo nuevo.

En los ratos libres, Shao Xuan le consultaba algunas palabras, no todas eran del muro. Él las mezcló con otras, porque no quería levantar la sospecha del viejo cazador.

Sin embargo, resultó que había pensado demasiado. El viejo cazador tenía un gran interés en enseñar, y nada más. Él simplemente asumió que Shao Xuan había visto esas palabras en alguna parte, y luego le enseñó una por una, con mucha paciencia y entusiasmo.

Después de eso, el viejo cazador incluso lo elogió:

—¡Esas palabras están bien escritas, contienen cierta fuerza! ¡En el futuro, serás un guerrero valiente!

Shao Xuan sonrió al respecto y no respondió. Las palabras que fueron aplaudidas eran del fresco. Aunque no eran exactamente iguales a las originales, llevaban parte del encanto y el estilo de ellas, porque las copió.

A juzgar por eso, el que dejó esas imágenes y vocablos en el muro de ese cuarto probablemente debió haber sido un guerrero poderoso.

Después de que el viejo cazador se fue, Shao Xuan copió todas las cosas en el rollo nuevo que dejó, para que los niños pudieran revisarlas de vez en cuando. Luego se fue de nuevo a la habitación de piedra.

Tras dominar esas palabras, él finalmente entendió el significado de esa oración.

“Un día, volveremos a nuestra tierra anterior. La gloria sigue en el fuego, y el fuego del cuerno llameante nunca se apagará”.

Después de leerla encontró una palabra escrita en grande: “Zan”. Tal vez ese era el nombre del dueño de ese cuarto, y el que grabó todas esas imágenes y el pensamiento.

El enunciado final estaba profundamente grabado en la pared, mucho más profundo que cualquier otra imagen, especialmente las últimas palabras. A partir de eso, uno puede ver fácilmente la intensa emoción de la persona cuando dejaba la oración en el lugar.

Aunque Shao Xuan aún no sabía por qué estaban pintadas con polvo de piedra, se sintió agradecido de tener la oportunidad de verlas.

Además, admiraba a quien dejó esas palabras para que él las viera.

Porque de esa oración, se dio a entender fácilmente que su situación o la situación de toda la tribu no era buena, o incluso deprimente. Pero no se habían rendido.

Aun cuando la situación era desesperada, significaba que la esperanza aún estaba allí mientras uno estuviera vivo, mientras la tribu siguiera allí.

Shao Xuan tomó la rama carbonizada y dibujó una imagen de “pulgar arriba” detrás de la palabra “Zan”.

Él solo le dio un pulgar arriba.

Fresco:Esunapinturarealizadasobreunasuperficiecubiertacondoscapas de mortero de cal, la primera (arricio) de mayor espesor, con cal apagada, arena de río y agua, y la segunda (intonaco) más fina formada por polvo de mármol, cal apagada y agua, sobre la que se van aplicando los pigmentos, cuando todavía esta última capa está húmeda, y por jornadas, de ahí su nombre.

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