Capítulo 5: ¿me estás tomando el pelo?

Sai se tumbó cerca y frotó su rostro, sin tener cuidado con su cara hinchada o su nariz sangrante. Miró a Shao Xuan escogiendo las rocas, pero desde ese ángulo, él no podía ver claramente lo que Shao Xuan, había recolectado. Estaba seguro de que escogió algunas piedras finas que podrían ser cambiadas por, al menos, algunos días de comida.

Shao Xuan podía notar la mirada de Sai y Zhan, sin embargo, ya estaba acostumbrado a eso. Después de recoger varios objetos (artículos), notó que ya era tarde y era tiempo de regresar. Aun había muchas piedras buenas, desde su punto de vista, pero sabía que había obtenido lo suficiente por un día. Recolectar demasiadas, podía no ser bueno para él, especialmente cuando aún es joven y vulnerable. Podría perderlas todas si tenía demasiadas.

Su fuerza actual, no era suficiente. Necesitaba ser paciente, para esperar por el denominado despertar del poder totémico…

Después de llamar a César de regreso, al estar seguro de que Ye estaba a salvo después de ser arrastrado por César, Shao Xuan se fue con sus piedras en su bolsa de piel de animal.

Cuando Ye retrocedió, vio a Sai tumbado en el suelo con sangre en su rostro y los dientes apretados. Zhan estaba a su lado, aun temblando de miedo.

Sai se recuperó un poco y recobró el aliento. Inmediatamente, les ordenó a Ye y Zhan que vieran si podían encontrar alguna buena piedra que pudiera ser intercambiada. Murmuró algo bastante ofensivo y juró tener su venganza golpeando a Shao Xuan, robándole todas sus posesiones, la próxima vez que se encontraran.

Lo que no sabían, era que no muy lejos, algunos guerreros atestiguaron todo el incidente. Pero se habían retirado uno tras otro después de que Shao Xuan lo hiciera.

  • ¿Quién era ese muchacho? —Preguntó un joven guerrero a su compañero con curiosidad.
  • ¿Te refieres a aquel con el lobo? Creo que se llama Xuan y vive en la cueva cerca de la zona a los pies de la montaña. En cuanto al lobo, será mejor que mantengas tus manos lejos de él, ¡porque pertenece a un Shaman! —Advirtió el guerrero mayor. No sabía si había alguna intención oculta en el actuar del Shaman, ni tampoco le importaba.

Solo necesitaba saber que el lobo pertenecía al Shaman y no podía ser cazado. Desde su perspectiva, el chico, simplemente, estaba cuidando el lobo para el Shaman.

El joven guerrero sujetó su enmarañado cabello cubierto de astillas de piedra. —No tendré pensamientos acerca de las cosas del Shaman.

Ha ha, solo estaba pensando en aquel chico. Basados en como actuó hace un momento, pienso que podría ser un buen guerrero, después

de que despierte su poder totémico. Tal vez podríamos reclutarlo en nuestro equipo de caza.

—Aún es muy pronto y eso puede tardar al menos dos o tres años. Pienso que esos niños de la zona de tu lado de la montaña no están mal, pero los niños de la cueva… —El guerrero mayor negó con la cabeza y no terminó sus palabras, sin embargo, cualquiera podía notar el significado escondido detrás de sus palabras.

La tribu estaba duramente dividida en tres zonas principales y, mientras más fuerte fuera un guerrero, más alta era la zona en la que viviría. La zona de la cima de la montaña es el punto central de su tribu. Se dice que la hoguera de la tribu está ubicada allí, y también que es la zona más fría.

A los ojos de muchos guerreros, los niños de la cueva poseían aptitudes aún más pobres que los niños que vivían alrededor de la zona de los pies de la montaña, y no podían despertar su poder totémico tan pronto como los demás. Incluso si ellos crecen lo suficiente como para despertarlo, la mayoría de los equipos de caza no los aceptarían fácilmente. El trabajo en equipo, se considera la parte esencial cuando se trata de cazar, y cualquier eslabón débil podría traer consecuencias trágicas e inesperadas.

Shao Xuan no sabía acerca de la plática de los guerreros, ni sus opiniones acerca de él. Pero él ya sabía que alguien había estado cerca, observando. Porque había escuchado ruidos y tenía la habilidad de conjeturar.

Aunque a los guerreros no les importan los alrededores, mientras entrenan, están bastante alerta cuando están descansando. El ruido debe haber llamado la atención de algunos y, es probable que estuvieran cerca cuando Ye gritó pidiendo ayuda. Es solo que los guerreros no intervendrían, fácilmente.

Shao Xuan estaba seguro de que seguirían observando a un lado (sin intervenir) mientras la situación permaneciera bajo control. De igual manera, cuando Shao Xuan golpeó la vara de madera contra el suelo, si hubiera apuntado a Sai o Zhan, quizás los guerreros hubieran intervenido porque sus vidas estaban en riesgo, basados en su fuerza. Lo que significaba que Shao Xuan les habría dado una impresión aún peor, de ser impulsivo, y eso no le haría ningún bien si tenía la intención de seguir viviendo en la tribu. Así que, ese golpe había sido solo una amenaza y advertencia para Sai y Zhan.

Shao Xuan regresó totalmente cargado. Los guerreros que patrullaban y los guardias que estaban resguardando los alrededores de las zonas residenciales solo preguntaron una cosa o dos, viendo la abultada bolsa de piel de animal de Shao Xuan. No tratarán de robar su cosecha, pues no consideraban que las pertenencias de Shao Xuan fueran, lo suficientemente, valiosas.

De regreso al patio de grava donde se había ejercitado esta mañana, Shao Xuan tomó dos piedras para venderlas y enterró el resto. No

tenía el tiempo para encargarse de esas piedras y sería estúpido llevarlas de vuelta a la cueva. Dentro de la cueva había un montón de “cachorros de lobo hambrientos” que intentarían luchar por cada trozo de carne u objeto. Por eso, Shao Xuan nunca escondió comida ni nada que pudiera utilizarse para comerciar en el interior de la cueva.

Después de esconder sus objetos, se sentó en el suelo a descansar. Ambos, la escalada y la pelea, habían sido realmente agotadores.

Shao Xuan miró a las distantes montañas y luego hacia atrás, a las áreas residenciales de la tribu. Miró fijamente las casas en la zona a los pies de la montaña y luego miró abajo, a sus puños con sangre seca. Solo había pasado medio año y se había convertido en un salvaje, como un hombre de las cavernas. La presión de mantenerse vivo, seguramente, había añadido impulso a la asimilación en un salvaje.

¿Cómo había sido en tiempos civilizados? Shao Xuan había tenido un par de sueños por las noches pero, con el paso del tiempo, las escenas eran más y más borrosas. Solo había pasado menos de un año.

Aunque la vida aquí era un poco mejor en comparación a los primitivos bárbaros que comían seres humanos, como Shi Lin describió una vez, no era mucho mejor.

Hace tiempo, Shao Xuan intentó interceder cuando veía a los padres disciplinando a sus hijos y algunas veces, incluso se peleó cuando vio a los padres golpeándolos. Él nunca hubiera lastimado a los niños, pero ¿qué sucedía ahora?

Naturalmente, el ambiente era diferente, los niños de la tribu no eran iguales a los de su vida pasada. Incluso si tuvieran la misma edad, sus personalidades eran muy diferentes. Tomando a los niños de la cueva huérfana, por ejemplo, incluso si los derrotas esta vez, seguirán viniendo a pelear si hay comida, con una actitud aún más feroz y puños más duros. Cuando son controlados por sus emociones, no hay nadie que se contenga como Shao Xuan. Piedra o madera, ellos utilizarían lo que fuera que su mano pudiera usar como un arma al luchar. Uno solo perderá si tiene la más mínima misericordia en su corazón. Por ejemplo, Zhan estaba temblando y tenía miedo antes, pero la próxima vez, todavía moverá su arma hacia Shao Xuan y tratará de robar sus pertenencias junto a Sai.

Por el amor de Dios, el primer día cuando Shao Xuan se despertó de un coma, era el momento en que las personas distribuían comida en la cueva. Él pensó que tal vez había ido a parar en la cueva de un lobo, cuando los otros niños se miraban con odio. Todos eran niños entre seis y trece años y solo algunos de ellos tenían trece.

El salvajismo era contagioso.

Después de descansar lo suficiente, Sha Xuan usó dos de las piedras finas para comerciar con un artesano de gres* y le dio cuatro piezas

de carne seca; dos con huesos y los otros dos sin hueso. Le dio a César los pedazos con hueso y comió uno sin hueso. El último pedazo de carne seca, lo usó para intercambiarlo por una piel de animal barata de tamaño medio. El invierno estaba próximo y tenía que prepararse.

Gres = Pasta de arcilla y arena cuarzosa usada para hacer objetos y baldosasque,cocidosatemperaturasmuyelevadas,sevuelvenresistentes, impermeables y refractarios

Regresó a la cueva huérfana, justo cuando la comida estaba a punto de ser distribuida. El hombre a cargo ya había preparado la comida y la había guardado dentro de una enorme vasija de piedra. Solo aquellos con poder totémico (con el poder del totem) tendrían la fuerza para levantar una vasija de piedra tan grande.

La tribu llevaría comida a la cueva hasta que los niños allí despertaran su poder totémico y se fueran para construir sus propias casas.

A veces había carne en el menú, pero no era suficiente, solo podía cubrir las necesidades básicas de vida de los niños, ya que la carne era difícil de conseguir. Además de la carne, usualmente, su alimento eran plantas, tales como la (red-haired fruit), la rojiza fruta peluda que Shao Xuan estaba observando.

Era un tubérculo de algunos árboles de un color marrón rojizo, con abundantes raíces delgadas y tubérculos en la superficie, como finos cabellos. Los grandes tenían el tamaño de las calabazas de la vida pasada de Shao Xuan y las pequeñas, tenían el tamaño del puño de un adulto. Sabían cómo patatas y uno se podía sentir satisfecho fácilmente. El único problema era que esas peludas frutas rojizas tenían algunos efectos secundarios.

Hablando de los efectos, la fruta era buena para regular las funciones gastrointestinales. En palabras simples, provocaría un montón de gases. Y el efecto sería aún más obvio si solo comías la fruta sin carne. No había carne que por sí sola tuviera el efecto secundario de las flatulencias. Pero eso no pasaría si uno también comiera algo de carne.

La mayoría de los niños en la cueva huérfana, solo duermen y comen todos los días, lo que resulta en que solo unos pocos niños intenten ir por alimento extra. Y con la principal fuente de alimento viniendo de la tribu, esto llevaba, de hecho, a que cada vez que comían las peludas frutas rojizas, la calidad de aire en la cueva se volvía, extremadamente, única y bastante “especial”.

El rostro de Shao Xuan se puso verde.

— ¡Hey, Ah-Xuan!

Ku estaba a cargo de distribuir la comida y corrió hacia Shao Xuan en cuanto lo vio, con un pedazo de la fruta rojiza hervida en su mano. Era un gran pedazo, al menos era más grande que los que los otros niños tenían.

Ku era uno de los niños mayores en la cueva. Tenía trece años. Había otros dos niños de la misma edad, pero no eran tan fuertes como Ku, así que Ku estaba a cargo de dirigir la cueva y ayudar en la distribución de la comida todos los días. Había ventajas obvias al tener ese trabajo, una de las cuales era el poder tener más alimento para sí mismo. Esto permitió que Ku creciera mucho más fuerte que los otros huérfanos, incluso lucía como alguien con padres.

Normalmente, Ku no hablaba mucho con los demás, ya que solía pasar todo el día fuera y solo regresaba a la cueva cuando la comida debía ser servida. Tampoco había hablado mucho con Shao Xuan, entonces ¿por qué se acercaba a él con un gran pedazo de fruta en la mano?

Shao Xuan miró a Ku y tomó la fruta.

Ku estaba de buen humor y de algún modo, emocionado.

—Ah-Xuan, iré a la ladera mañana y pasaré todo el invierno allí. Te harás cargo de la cueva. —Dijo Ku.

Shao Xuan casi tiró su fruta por las palabras de Ku. Incluso si se va, la cueva podría ser tomada por los niños mayores. Había dos niños de trece años y algunos de once y doce años. ¿Por qué el trabajo recaía en él, tenía menos de diez años?

El nombramiento no podía haber sido hecho por Ku, así que Shao Xuan preguntó. — ¿Quién dijo eso?

Ku apuntó a la persona que estaba a cargo de llevar la comida todos los días, mientras este se apoyaba contra la vasija de piedra, tocando sus dientes de manera casual y sacudiendo los dedos de sus pies.

Observando a los niños peleando ferozmente por la comida en la cueva huérfana, Shao Xuan quiso agarrar del cuello al hombre a cargo y gritarle, “¡¿Me estás tomando el pelo, chico de los repartos?!”

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